En 2010, Saman encontró el trabajo que andaba buscando relacionado con la costura en un taller llamado “Mis arreglos”, cerca de la Playa de las Canteras. Era un taller sencillo, con maquinaria básica y con los materiales justos y necesarios para llevar a cabo los arreglos.

La jefa de aquel entonces, Mari Pino, le contrató para trabajar una hora diaria, pero era tanto el afán de Saman que trabajaba de 8 a 12 horas al día por propia voluntad, ya que era algo que hasta día de hoy sigue siendo su vocación.

Este post tiene quiere dar una especial mención a quien acogió a Saman en su taller, dándole la oportunidad de seguir creciendo.