Tras un tiempo en la construcción, Saman se dio cuenta de que no era la razón por la cual se había recorrido tantos kilómetros. No era del todo feliz, por lo que tomó la decisión de retomar su carrera de costurero y buscó un nuevo empleo que le llenase.
Al poco conoció a una canariona que le ayudó y el apoyó desde el principio, con quien ademas aprendió el idioma. Como era de esperar, esta mujer se convirtió en su esposa.